El Monasterio de Agapia, Moldova

  • Autor: Carina Maria Chirilă

    Los monasterios de la región rumana de Moldavia representan uno de los puntos turísticos más importantes de Rumanía. La cercanía entre ellos permite hacer un circuito de uno o dos días que nos enseñará la peculiar arquitectura y los estilos de vida de una comunidad monástica aún viva hoy en día. La ciudad de Tirgu Neamt es -al igual que sucede con Suceava para los monasterios de Bucovina- el punto neurálgico en torno al que encontramos los principales centros monásticos moldavos.                                                                                                                                                       

    La historia del cenobio “Agapia la Vieja” está estrechamente vinculada a la del conjunto monástico. El nombre de Agapia deriva del nombre del eremita Agapios quien tuvo su retiro en el claro del bosque donde hoy se erige Agapia la Vieja, cuya fundadora fue Doña Elena, la esposa del príncipe Petru Rareș.

     Fue construido entre los años 1641 y 1643. Si bien su arquitectura no ostenta estilo específico alguno, el mayor atractivo de este conjunto monumental reside en los frescos pintados por el celebre pintor Nicolae Grigorescu entre 1858 y 1861.

    Patio interior del monasterio: