Autor: Daniel González Morillo
SALA XIX
Está dedicada por completo a exponer documentos jurídicos realizados en bronce. Frente a la puerta, en una larga vitrina, se exponen seis tablas completas así como fragmentos de una séptima, de las diez que componía la lex irnitana, ley por la que debía regirse el Municipio Flavio Irnitano.
Esta ley nos permite conocer cómo estaba regulada hasta en sus más mínimos detalles la vida ciudadana de los municipios, la forma de liberar a los esclavos, prohibición de destruir edificios que no fueran a reconstruirse de inmediato, de acaparar bienes...
Debió ser redactada en época de Augusto, actualizada en tiempos de los Flavios, divulgada fundamentalmente por Vespasiano al conceder a los municipios de las provincias el derecho de ciudadanía latina, en virtud del cual los indígenas podían alcanzar el derecho de ciudadanía romana, y, ésta en particular, firmada por Domiciano en Circei, pequeña localidad al Sur de Roma.
Esta, al igual que las demás leyes municipales, se colocaba en el foro donde estaban expuestas para conocimiento de todos los habitantes de la localidad. Estos documentos epigráficos son un magnífico representante del carácter de la cultura romana a través de la lengua y el derecho.
Aun siendo copia del original, el cual se guarda en el Museo Arqueológico Nacional, podemos acercarnos a la Lex Gladiatoria procedente de Itálica, que es parte de una ley emitida por el Senado romano que recoge la propuesta del emperador Marco Aurelio y su hijo Comodo para establecer un límite a los gastos de los munera gladiatorios en las provincias.
SALA XXI
Es la sala de la epigrafía romana grabada en piedra.
En ella podemos encontrar desde mensajes u ofrendas a los dioses, como funerarios o conmemorativos de actuaciones públicas dignas de ser recordadas.
En el centro, sirviendo de fondo a una fuente, se puede disfrutar de un interesante mosaico hallado en Itálica, con escenas de tritones y fauna marina que fue realizado a base de teselas –opus tessellatum–; y el que se expone en la pared está realizado en opus signinum –tipo más antiguo–, es decir, con un mortero de cal y ladrillo machacado y teselas incrustadas.
En su leyenda aparece el primer antepasado de Trajano (Trahius) documentado, con la siguiente descripción:
Marco Trayo, hijo de Cayo, perfecto, se
ocupó de que fuese erigido por
subscripción pública un templo (?) a
Apolo, así como las correspondientes
cancelas a sus expensas.
A partir de ahí, los epígrafes que iremos contemplando serán en su mayoría de carácter funerario, por lo que veremos parecidas frases de consagración a los dioses manes y similares fórmulas de despedida a los difuntos.
Una característica que se desprende de estas inscripciones es la capacidad económica de quien las erigía.
También veremos inscripciones religiosas, como la que se encuentra delante de la entrada y que está dedicada por Fabia Fabiana a Isis niña (Isidi Puella), a la que dona todas sus joyas para las de esta diosa egipcia en memoria de su nieta Avita. Hallada en la localidad de Guadix (Granada), se trata de un pedestal en cuyos laterales se muestran sendos relieves. Por un lado, un pastor desnudo sentado en una roca que podría ser identificado como Osiris, esposo de Isis asesinado por su hermano Seth y a quien ella resucitará; frente a él, está Horus, el hijo nacido de la unión de ambos dioses tras la muerte de Osiris y a quien parece que él consulta; debajo, está Apis, dios solar egipcio de la fertilidad y muy utilizado en elementos funerarios. En el otro lado, está Anubis, dios de los muertos, con Ibis, dios también egipcio, a sus pies y bajo una palmera. Se cree que sobre este pedestal se erigía en tiempos una imagen de Isis.