PERIOD: 19 de noviembre a 1 de diciembre de 2017
PARTICIPANT TEACHER: María del Mar Mora Pérez
SENDING SCHOOL: CEIP San Julián. Cuenca
RECEIVING SCHOOL/INSTITUTION: Istituto Comprensivo I San Mauro Torinese
Después de realizar un curso sobre CLIL en Irlanda tocaba cerrar el círculo y disfrutar de un job shadowing en el que verdaderamente ver esta metodología en acción. Tuve la suerte de que el Consorcio contactara con la maestra que acompañé la mayor parte del tiempo que duraron las observaciones. Lucia Guino, una europeísta que contagia su amor por la enseñanza, la innovación, los principios del proyecto europeo y las lenguas.
San Mauro Torinese es un pueblo que se encuentra prácticamente pegado a Turín en el que al fondo, como si de una postal se tratase, se elevan los Alpes. Por algo a la región se la llama Piamonte. Pude disfrutar de dos semanas agradablemente invernales a finales de noviembre de 2017 en esta comarca del norte de Italia, sonriendo cada mañana al contemplar a través del ventanal de la clase las imponentes montañas nevadas y el río al cruzar la calle.
Me gustaría destacar que lingüísticamente hablando esta experiencia ha resultado muy gratificante pues además de usar el inglés buena parte de las horas lectivas y al conversar con Lucia, tuve la oportunidad de sacar a pasear mi modesto B1 de italiano y ver que me desenvolvía sin problemas y además, unas clases de francés me hicieron desempolvar los años de este idioma como optativa en el instituto.
El Istituto Comprensivo I San Mauro Torinese constaba de varios colegios independientes de infantil por un lado y primaria por otro regidos por un mismo director. Tuve la oportunidad de visitar la mayoría de los centros acompañada por Lucia. El colegio en el que ella impartía sus clases era íntegramente de Primaria.
El horario de clases se extendía desde las 9:00 hasta las 17:00 de la tarde. Las alumnas y alumnos en su mayoría comían en el colegio. El horario del profesorado podía ser de mañana o de tarde, con cuatro horas lectivas y una más de planificación.
Se compartía tutoría entre dos maestras o maestros e impartían todas las asignaturas exceptuando religión e inglés que tenían sus propios especialistas. La educación física no estába incluida como tal en el curriculum y solía quedar a cargo de los ayuntamientos pero en horas lectivas. Tampoco la música formaba parte del curriculum, a veces, como afortunadamente en este caso, alguna maestra o maestro tenía formación musical e impartía clases de música a su grupo e incluso a otros. Este hecho me resultó muy llamativo en un país como Italia, potencia y cuna de géneros y compositores clásicos.
El horario de inglés era de tres sesiones semanales. Una especialista abarcaba varios centros de los que conforman el Instituto comprensivo. Ésta podríamos decir que es la norma general, porque si la maestra o maestro tutor tiene suficiente formación en lenguas puede optar por la enseñanza bilingüe en su clase. Varias de las maestras de este colegio, no solo Lucia practicaban esta enseñanza de idiomas basadas en la metodología CLIL. Cabe apuntar que también con un grupo se impartía francés con esta misma metodología como experiencia piloto, puesto que era el idioma que la tutora dominaba.
Fundamentalmente las clases bilingües se desarrollaban en las asignaturas de ciencias naturales e informática, pero Lucia concretamente, que es la maestra con la que más tiempo pasé, utilizaba el inglés en muchas más ocasiones y asignaturas, por ejemplo en matemáticas. He de decir que la clase de Lucia, quinto grado, llevaba con ella desde primero usando esta metodología e impartiendo sus clases bilingües, por lo que el nivel de inglés del grupo-clase era bastante elevado. También decir que las clases no eran estrictamente en inglés, cualquier cosa que no se entendiera, correcciones de comportamiento e incluso instrucciones se decían sin ningún problema en italiano.
Las clases que se fundamentaban en la metodología CLIL puedo decir que en todos los casos y con diferentes maestras eran muy participativas y a través del trabajo colaborativo constante. Se hacía una activación de conocimientos previos, se introducía una expresión gramatical que los alumnos y alumnas debían usar para responder o explicarse y después se realizaban actividades bien de manera individual o en grupo usando el inglés, en este caso, como lengua vehicular. Pude comprobar que Lucia trabajaba prácticamente igual tanto en una lengua como en otra.
Fueron unos días fantásticos con compañeras italianas tremendamente amables y acogedoras y niñas y niños encantadores que me dieron nuevas ideas que poner en práctica en mis clases.
Por suerte sobró algo de tiempo para disfrutar de una región que no conocía. Pude visitar Bardonechia, un pueblo en plenos Alpes que me hizo sentirme muy pequeñita ante esas sublimes montañas. Turín me sorprendió con su grandeza, su elegancia, su brillante mármol y su magnífico río Po. Tuve la oportunidad de pasear muchos ratos por sus calles engalanadas con originales luces y decoraciones navideñas y de asistir a una formidable ópera en su teatro Regio, flanqueado por calles con nombres de compositores. La música… que ni falla ni falta.