10- Reflexiones y experiencias de Blanka Orosz durante su intercambio en Córdoba

  • Nuestra alumna Blanka Orosz realizó en el marco del proyecto Erasmus + “Radio, Adolescentes y noticas: Una proyecto para la educación inclusiva en Europa” un intercambio de larga duración en Pedro Abad, Córdoba, del 14 de enero al 16 de marzo de 2018. Allí estudió durante dos meses en el Instituto IES Sácilis y fue acogida durante este período por una familia de la misma localidad.  En las siguientes líneas recogemos sus experiencias y algunas reflexiones de compañeros y profesores...
     
                                                       

    Antes de viajar a Pedro Abad, durante diciembre, Blanka viajó acompañada de Babóczkyné Szöke Edit  y David Cibeiras, coordinador del proyecto en Hungría,  a una formación impartida desde la agencia Tempus en Budapest, relacionada con los intercambios de larga duración. En esta formación Blanka y sus dos "tutores" durante esta experiencia recibieron información y consejos para facilitar y aprovechar al máximo esta experiencia

    Contaba Blanka cuando ya estaba en España “El tiempo que paso aquí en España me regala experiencias muy positivas e inolvidables. Desde el día que llegué todos han sido muy amables y me han tratado muy bien.”  Así explicaba el gran recibimiento que le brindaron en Pedro Abad.
     
    El día 14 de enero Blanka  había llegado a Córdoba con su profesor David Cibeiras tras una larga jornada cargada de nuevas experiencias. Allí su nueva familia y compañera de clase e intercambio la esperaba en la estación de tren con una enorme ilusión.
     
    David Cibeiras nos cuenta cómo fue el proceso de selección que llevaría a Blanka a disfrutar de esta experiencia: "En todo momento desde el departamento de español concretamos unos criterios académicos de selección, aunque también priorizamos otros aspectos". "Ya éramos conscientes de que Blanka era una gran estudiante y que académicamente estaba preparada para este reto, sin embargo, también sabíamos que para aprovechar esta experiencia al máximo necesitábamos encontrar a alguien implicado en el proyecto y que además tuviera valentía, ilusión y fortaleza anímica para afrontar las dificultades que podrían aparecer". Blanca reúne estas y muchas otras cualidades...

    Los tres días de adaptación en el centro de Pedro Abad dejaron una sensación de gran tranquilidad a su profesor, que transmitió a sus colegas húngaros, ya  que veía como día a día la ilusión de Blanka no hacía sino crecer ante el reto y ante el cariñoso recibimiento que le brindó el instituto y sus compañeros...
     
    Blanka fue rápidamente consciente de las dificultades y también de sus progresos con la lengua española: “Al principio era un poco difícil hablar y pensar siempre en español y tuve que darme cuenta una y otra vez de que aquí todos son MUY españoles y que es muy improbable que oiga a alguien hablar mi idioma aquí. Por supuesto tenía que esforzarme bastante, por lo tanto las primeras semanas estaba constantemente cansada. Pero ahora que se acerca el final de mi estancia noto que todo el esfuerzo ha valido la pena, ya que ahora hasta mis sueños son en español. En la escuela he recibido muchísimo apoyo  tanto de mis profesores como de mi clase".
     
                                   
     
     
    Participó también en el poema de la semana. Aquí podéis verlo en el enlace.
     
    "Me gusta mucho que haya una relación tan cercana entre los profesores y los alumnos y que todo el mundo sea tan abierto. Me gustan todas las asignaturas, pero mi favorita es la música, porque tocamos instrumentos en casi todas las clases.” 
     
     
    Por otro lado ve la ventaja que supone tener el instituto al lado de casa y un horario concentrado: “Otra cosa que me gusta mucho es tener mucho tiempo. Como la escuela empieza más tarde y llego a casa más temprano, aquí tengo 3 horas más al día que en casa.”
     
    Desde luego, Blanka, valora muchísimo su experiencia: “Por suerte solo tengo experiencias positivas, y tengo muchísima suerte de haber recibido esta oportunidad.” Y anima a otros a hacerlo: “Vivir en un país extranjero es algo que todos los jóvenes deberían poder hacer y si es dentro de una familia vamos a ver la vida real en primer plano.” 
    Esto es lo que ha conseguido Blanka a través del  proyecto Erasmus+ en el que participa nuestro Instituto Vetési Albert de Veszprém. Blanca nos ha dicho que en su estancia todo ha sido positivo. Destaca la amabilidad de las personas con las que se ha relacionado. Tanto de los compañeros de clase como de profesores. Nos habla de unos compañeros abiertos y que le han ofrecido siempre su apoyo. En fin, unos meses que solo pueden ser calificados como inolvidables...
     
                                 
     
     
    Aquí podéis ver y escuchar a Blanka en el aeropuerto antes de volver a casa... 
     
    Una vez  en Veszprém, tras tres meses de intenso trabajo en Hungría para poder ponerse al día con sus compañeros de 10A, nuestra alumna Blanka, dice que “Hace 3 meses ya que estoy en Hungría. He de decir que al principio me costaba bastante acostumbrarme otra vez a los cambios y despedirme fue muy difícil pero ya echaba de menos muchísimo a mi familia y a mis amigos.”  
    David Cibeiras afirma que ese era uno de los aspectos que más le preocupaba. "Tras la gran implicación de Blanka durante su intercambio temía que la vuelta fuera muy dura para ella". Por eso las conversaciones telemáticas con su profesor y compañeros los jueves a las 14:30 resultaban tan importantes mientras Blanka estaba en Córdoba. En ellas Blanka compartía sus experiencias y a la vez conocía como continuaba la vida en el Vetési Albert Gimnázium... Finalmente, al igual que pasó en Córdoba, la vuelta de Blanka llenó de ilusión a sus compañeros y profesores: Según su profesor de Historia y Civilización Española "Fue un alivio comprobar que su sonrisa e ilusión no han hecho sino crecer con la experiencia".

    Blanka tras su vuelta  añade  también: “Como ya estaba acostumbrada a las maneras españolas de hacer las cosas, otra vez tuve que cambiar un poco. Pero aún sigo haciendo cosas de allí. Hasta el día de hoy como las tostadas con aceite de oliva, todavía pienso en mi familia española cada vez que como fresas, no puedo evitar sonreír cuando alguien dice ‘no cabe duda’ y me como las eses de las finales de las palabras.” En este sentido uno de sus profesores españoles siempre le pregunta por los pasillos de Vetési: "Blanka, ¿dónde están mis "eses"?" a lo que Blanka siempre responde con una sonrisa: "¿Donde van a e[s]tar...? ¡Pue[s] en Córdoba!"
     
                         
     
                         
     
                         
                                          Blanka presentó Hungría a sus amigos.
     
    Su experiencia le ayuda a poder comparar la vida en ambos países y destaca: “Hay que ver que los dos paises son muy diferentes, pero a ambos les llamo mi hogar, a la gente de ambos lugares les llamo mi familia y mis amigos y los dos  lugares forman partes muy importantes de mi vida. Es como tener dos mundos dentro de mí. Pienso en la gente de allí muchísimas veces y los echo de menos un montón porque me ayudaron mucho pero sé que las veré de nuevo muy pronto. Estos han sido los mejores dos meses de mi vida y nunca me olvidaré de las personas que lo hicieron posible para mí.”
     
    Por otro lado los profesores españoles del IES Sácilis destacaron de Blanka no sólo sus grandes aptitudes académicas, sino también y especialmente su gran calidad humana y su enorme predisposición al aprendizaje continuo. “Es una chica que más allá de su rendimiento académico, deja huella por su personalidad y predisposición para todo” contaba Carmen Pavón, Coordinadora del proyecto en España y profesora del instituto IES Sácilis.
     
    Sus profesores de Vetési también la echaron de menos y han visto su gran evolución personal. Anita Csanyi y David Martos, sus profesores de español destacan su gran avance, aún si cabe, tanto a nivel escrito como a nivel oral. “Al principio las clases eran un poco más lentas de lo habitual ya que Blanka dinamiza la clase y había gente que la echaba de menos, pero pronto sus compañeras se pusieron las pilas para avanzar.” ,destaca Anita. David Martos incide en que “A la vuelta era muy gracioso ver cómo se le había pegado un poco ese acento cordobés, esas expresiones con una naturalidad que demostraba el gran acierto que había sido ir a España ya que su expresión oral y escrita se han desarrollado mucho durante su estancia en Pedro Abad".
     
    Al final, Blanka, ha podido ponerse al día tanto en lo personal como en lo académico, lo que para la sección española de Vetési es todo un orgullo ya que el reto era mayúsculo y lo ha sabido afrontar gracias a su madurez, su trabajo, el apoyo de sus profesores españoles y húngaros y la ayuda de sus compañeros y amigos de aquí y de allí.

    No sabemos todavía si las eses de Blanka volverán, lo que sí sabemos es que estén o no estén siempre dejarán huella allí por donde pasen... o no pasen...