En Alemania, 10 de febrero de 1961

Mi querida amiga Lucie,

Desde el momento en que estuvimos hablando, me alegra leer buenas noticias tuyas. Finalmente, Francia y los aliados ganaron. Espero que todo seguirá mejorándose, o sea, que tanto Francia como las víctimas se recuperen totalmente de esta guerra.

Sin embargo, estoy impactada y muy triste del estado de los judíos durante esta guerra. En efecto oí hablar del hostigamiento a los judíos. ¡Lo que vivieron no es humano! Es increíble que una civilización esté excluida por la sola razón de su religión cuando son como todo el mundo. Eso me hace pensar en nuestra situación con los republicanos en España. En efecto nadie puede expresarse libremente, tenemos que seguir los principios del Movimiento, el partido de Franco, sus órdenes y sus obligaciones bajo pena de muerte. En resumen, en nuestro país, no es un problema de religión sino un problema político que acarrea las mismas violencias.

Por mi parte, me complace anunciarte que finalmente soy libre. Además de ser libre, estoy enamorada. Conocí al que comparte mi vida ahora. Se llama Pablo y se mueve de forma clandestina por los círculos socialistas de la capital. Mi historia me hace pensar en la tuya. En efecto, como tú seguimos luchando de manera clandestina.

En cuanto a la situación económica en España se mejora porque Franco ya se convirtió en el aliado de los Estados Unidos contra Rusia durante la guerra fría. Gracias a eso, los Estados Unidos nos enviaron comida y dinero lo que permite al país abrir un poco sus fronteras y salir de la autarquía. Desafortunadamente, es la única buena noticia que puedo darte ya que hay todavía mucho que hacer y por eso Pablo, yo y nuestra familia tuvimos que emigrar a Alemania hace un año en busca de oportunidades económicas. Por cierto, tengo una anécdota que contarte. A la vista de nuestro pasado de compromiso político, tuvimos dificultades para obtener papeles. Pero gracias a la benevolencia de nuestro sacerdote que era familiar de unos vecinos que teníamos en San Blas, conseguimos que nos dieran pasaportes para que Mariano, mi hijo mayor, pudiese ir a ver a su padre.

Tengo ganas de volver a mi país, España porque Franco no durará eternamente en el poder, y espero que la democracia volverá después de él. Sin embargo, ¿quién será su sucesor?, ¿Cómo abdicará Franco?, ¿quién se atreverá?, ¿De qué manera el sucesor lo conseguirá?, ¿De manera legal o violenta?, ¿Qué hará para el país? Tantas preguntas que nos planteamos y cuyas respuestas solo el futuro nos las dará.

Aquí tienes mis noticias. Para acabar con esta carta he oído que Francia emprendió una guerra contra Argelia a causa de una rebelión. ¡Qué pena para Francia! Realmente Francia nunca saldrá de la guerra. Puedes explicarme mejor lo que pasó. Deseo que la situación se tranquilice y que puedas vivir en paz definitivamente.

¡Escríbeme muy pronto! Con todo mi cariño.

Carmen