Lucie, Carta de Navidad

  • 2 de enero de 1960

    Querida Carmen,

    En este mes de enero me gustaría desearte un feliz año nuevo y buena salud. Espero que a pesar de donde te encuentres en este momento hayas podido estar con tu familia para tener un momento de alegría y paz.

    Sin saber cómo se celebra la Navidad en España, os cuento cómo la he celebrado en casa.

    Para empezar, en la mañana del 24, fuimos a comprar para la cena y al día siguiente al mediodía. Esta comida se compone de salmón, foie gras, huevas de lumpo, champán, caracoles y ostras. Luego pavo relleno de judías verdes y patatas y finalmente, de postre, un tronco, clementinas y muchos bombones. En resumen, una comida típica para nosotros.

    Una vez hecha la compra, ¡a cocinar!

    Mientras todo se cuece a fuego lento, es el momento de decorar. El rojo, el blanco, el verde y el dorado son los colores de la Navidad. Tenemos en cada casa un árbol decorado con bolas, guirnaldas y una estrella en la parte superior.

    Hacia las 5 de la tarde nos preparamos. A menudo las chicas van vestidas con bonitos vestidos y los hombres con traje y corbata. Todo el mundo se engalana para este evento.

    En Francia, la Navidad se celebra principalmente en familia, a diferencia del Año Nuevo.

    Los niños comienzan a impacientarse mientras esperan a los invitados que llegan alrededor de las 19:30 horas. Y entonces comienza la comida. Es un momento muy jovial, un verdadero momento de compartir en el que aprovechamos para encontrarnos a nosotros mismos.

    Antes de la medianoche nos vamos a la cama con los niños, que se quedarán dormidos mientras esperan a Papá Noel.

    Papá Noel es una leyenda. Los niños, desde pequeños, creen en ella. En efecto, es él quien trae los regalos. Para mostrar que viene, solíamos dejar un trozo de pan de jengibre y un vaso de leche junto a la chimenea con nuestros hijos. Si todo esto se comía y se bebía, significaba que había llegado Papá Noel. Imagina cuántos panes de jengibre tuve que comer.

    A la mañana siguiente, la euforia está en casa. Los niños corren al pie del árbol para abrir sus regalos. Es también en este momento, que entre adultos, intercambiamos nuestros regalos. Y después vuelve a ser un almuerzo abundante.

    Me alegraría mucho que vinieras a pasar una Navidad con nosotros un año, porque desde todos estos años de correspondencia te considero como un miembro de mi familia.

    Que tengas un año maravilloso para ti y tu familia y sobre todo buena salud.

    Cuidate.

    Lucie