Friendship stories...

This ones are our friendship histories of our group... We published another one under Chinese heading :-)

 

Story 2: THE VALUE OF FRIENDSHIP

Un día la cierva quería comprobar cuánto la querían todos. Así que fue al mono y le dijo que estaba haciendo una carrera con el conejo y desafortunadamente se hirió, entonces el mono se preocupó por ella. Más tarde fue al oso y le dijo lo mismo, entonces el oso se preocupó también por la cierva. Lo mismo pasó con el elefante y éste hizo lo mismo que el mono y el oso. Pero la cierva finalmente se hizo daño de verdad, no tenía que haber hecho lo que hizo juzgando a todos sus amigos. Entonces fue a contárselo a su madre, y ella le dijo que fuera a pedirle perdón al conejo. Finalmente fue a pedirle perdón por lo que había hecho. El conejo la perdonó y volvieron a ser amigos.

MORAL: NUNCA JUZGUES LA AMISTAD 

Story 3: TINA AND THE DRAGON

Hace mucho tiempo hubo una niña. Su nombre era Tina. Un día fue al supermercado. Su madre le preguntó si podía traer zanahorias, patatas, tomates y un paquete de azúcar y le dio un pequeño monedero con dinero. Por el camino hacia el súper Tina vio en el cielo un dragón. El dragón empezó a descender para conocer y hacerse amigo de ella. Pero Tina estaba asustada. Pensó que el dragón quería comérsela, entonces empezó a correr, sin darse cuenta de que se le cayó el monedero mientras corría.

El dragón la siguió porque él quería ser su amigo. Éste se adelantó y la detuvo. Tina se sorprendió! Sin embargo el dragón era muy amable. Le devolvió a Tina su monedero con el dinero que se le había caído. Entonces ella entendió que él era un buen dragón. Ella sonrió y entonces se hicieron amigos. El dragón voló feliz.

Story 4: IDA AND THE MYSTERIOUS FRUIT

Hace mucho tiempo en un bosque lejano vivía un mono, cuyo nombre era Ida. No era un mono normal, era salvaje, curioso e inteligente.
En el bosque habían muchos árboles algunos tenían flores preciosas y otros tenían sabrosas frutas.

Ida amaba el bosque, amaba las nuevas experiencias y se divertía mucho probando distintas frutas y saltando de un árbol a otro 
Un día Ida vio un árbol con solo una fruta colgando en su rama más alta. Ida era curioso y quiso probar la fruta
El comenzó a escalar el árbol y finalmente alcanzó la rama 
Ida estaba lleno cuando finalmente llegó a la rama más alta, el arrancó la fruta del árbol.

El pensó que la fruta sería como las demás frutas que el había probado, pero el estaba decepcionado. La fruta no estaba jugosa, tenía una cáscara muy dura!!
Ida estaba triste pero era curiosa y quería descubrir qué había dentro.
El cogió la fruta y bajó del árbol, después de bajar, comenzó a romper la fruta con una piedra. ¡Esto le ocupó mucho trabajo duro pero Ida no se rindió!
La fruta finalmente fue abierta. Ida pensó que al menos podría comerse la semilla. La fruta no tenia semilla, el estaba muy cabreado y tiro la fruta.
No era una fruta ordinaria, la fruta tenía dentro un espíritu!! Ella estaba cabreada con Ida y empezó a llorar.
Ella le dijo a Ida “cuando me arrancaste de la rama, pensé que querías ser mi amigo, pero me tiraste lejos”.
Ida estaba sorprendido de ver que la fruta tenía un espíritu, y que también tenía sentimientos pero no se sintió culpable y se fue corriendo.
El espíritu se transformó en una semilla. Al siguiente día la semilla tenía raíces y dos hojas pequeñas, y al pasar el tiempo la semilla se transformó en un arbo gigante.
Mientras tanto, Ida había olvidado todo sobre la fruta, pero el árbol nunca olvidó a Ida. Ella estaba cabreada con Ida, pero pronto lo perdonó cuando él sacó su verdadero espíritu.

STORY 5

Manu tiene que recorrer un largo camino para ir al colegio y volver. Durante el verano ,cuando el sol estaba completamente puesto, volvería caminando solo ya que no había ningún otro niño de su pueblo yendo a la escuela.
No habría una sola persona o animal para ser visto en el camino, especialmente durante las tardes de verano.

Su único compañero era su paraguas rojo.

En su camino, se encontró con un gran árbol de mango. Manu a menudo se detenía allí y descansaba un rato a la sombra. Él nunca tuvo prisa por volver a casa. Su padre trabajaba en la aldea vecina y regresaba a casa por la noche. Su madre había muerto hace unos años. Así que la mayor parte de su tiempo lo pasaba jugando solo.

El árbol estaba lleno de mangos. Y cada vez que Manu descansaba debajo de él, un mango o dos caían en su regazo. A Manu le divirtia saber cómo el mango más maduro y dulce caeia exactamente sobre su regazo y saborear la fruta de todo corazón. A veces incluso lo llevaba a casa para compartirlo con su padre.

Una tarde Manu se paró enfrente de una mangifera, pero como no hacía mucho calor ese día, pensó en continuar caminando hacia su casa. Justo cuando estaba recogiendo su paraguas rojo, hubo un crujido en las ramas y un Langur saltó con un mango medio comido en la mano.

Manu estaba sorprendido.

No le dio tiempo a Manu entender todo esto mientras que el Langoor le había estado dando los mejores mangos. Manu se sentó debajo del árbol y en poco tiempo, el Langoor extendió lo mejor de los mangos para que Manu los devorara. Entonces Manu entendió que al igual que él el languor estaba solo y necesitaba un amigo.

Manu volvió a casa esa misma tarde con muchos mangos, y con un corazón feliz porque no solo se había comido los mejores mangos, si no que había hecho un nuevo amigo.

Manu silbó todo el camino de vuelta a casa y nunca más se sintió solo.