Después de obtener la información de la cultura judía (actividad 7.2) continuamos con ese tema en la visita de Terezín.
El día 10 de mayo 2018 todos los alumnos del intercambio y su profesores acompañantes los visitamos.
Aquí podéis ver la impresión de los alumnos de lo que han visto.
La visita empezó en la Fortaleza Pequeña, con la guía oficial Rosa Macháčková de origen filipino, en español, que nos mostró todos los puntos más importantes de Terezín. Primero nos habló sobre la historia de Terezín, que fue fundada como fortaleza militar por el rey Josef II y por eso sirve como ghetto durante la Segunda Guerra Mundial y prisión de la gestapo de Praga. Vimos la fortificación, las celdas de los prisioneros en un espacio demasiado pequeño y donde vivía mucha gente. Muchas personas murieron como consecuencia de la pésima manutención y falta de higiene. Durante la guerra, fueron fusilados muchos presos. Después de la guerra sirvió como prisión para los alemanes y también para los enemigos en la era del comunismo.
Continuamos en la zona de la Fortaleza Grande, con el Museo de ghetto donde se encuentra la exposición permanente del ghetto de Terezín. Vimos los mapas de los campos de concentración en dónde se deportaron a las personas de Terezín, una exposición sobre los niños con los nombres de las víctimas en las paredes. Los niños vivían juntos en las casas donde les enseñaron en secreto los cuidadores. Publicaron sus revistas, por ejemplo Vedem, Domov, Rim-rim-rim. Una parte de la exposición muestra los dibujos de los niños que representan su vida y sus sueños.
El Cuartel de Magdeburg, fue la sede del autogobierno judío y hoy es un centro educativo. Se puede ver una réplica de una habitación típica de los presos, expresiones de la vida cultural en ghetto: literatura, arte, música y teatro. Los presos intentaron tener una vida normal y por eso publicaron las revistas, hicieron representaciones teatrales, escribieron poesía, etc.
En el Crematorio y el cementerio judío, hay una exposición sobre la muerte, sepelios e incineraciones. Los estudiantes compraron unas velas y las encendieron para conmemorar a las víctimas.
La visita nos ha mostrado la violencia y la falta de derechos humanos. Durante la segunda guerra mundial murieron 6 millones judíos.