NOTA DE PRENSA CON CONCLUSIONES

  • Durante el curso académico 2014-2015, tres centros educativos (dos de España y uno de Ucrania) han desarrollado un proyecto eTwinning de colaboración escolar titulado “Los misterios del bosque”, sobre leyendas populares cuyos resultados se pueden consultar en la siguiente dirección: http://twinspace.etwinning.net/4472/home. El objetivo final consistía en realizar cómics (véase la biblioteca http://www.calameo.com/accounts/4371210) a partir de los relatos trabajados por los distintos centros escolares. Por dicho proyecto los profesores implicados (una profesora de Ucrania, una profesora del País Vasco y un profesor de Melilla) han recibido el reconocimiento del Sello de Calidad.

    Después de lo realizado, nos damos cuenta, en primer lugar, de la gran riqueza de las leyendas de nuestras regiones. Destacamos en el País Vasco las siguientes: “Leyenda de Goiuri” “Leyenda de Inguma”, “Leyenda de Mari”, además de otras tantas (Lamiak, Mari, Olentzero, Basajaun, Jentilak, Mateo Txistu, Tartalo). De la región de Ucrania, “La dueña del bosque”, “El sauce y el mundillo”, “La hierba sueño”, “El Silvano y la violeta” y “La flor del helecho”.

    De otras regiones españolas, destacamos leyendas como “Las doncellas encantadas de la cueva de Valderrós”, “La flor de Lilo-va”, “La leyenda del algarrobo” que estuviesen atestiguadas por escrito (véase Cuentos y leyendas de la geografía española, Editorial Juventud, recopiladas por Seve Calleja). De la zona próxima a Melilla, nos fijamos en una leyenda atestiguada por escrito, la del santo “Siddi Rahal”( véase Cuentos y leyendas populares de Marruecos, Ed. Siruela,  recopilados en Marrakech por la doctora Légey), así como otras transmitidas de forma oral (véase, por ejemplo, la famosa leyenda de la Aisha Kandisha).

    En segundo lugar, nos sorprendemos de las similitudes culturales que existen entre  narraciones populares de lugares tan distantes geográficamente. La primera de esas coincidencias se refiere a un personaje legendario que está relacionado con lo que se conoce como  “parálisis del sueño”: atestiguamos su existencia en el País Vasco, aquí se conoce como Inguma, y también en la cultura bereber de nuestra ciudad, donde es llamado Bokabaz y que nuestros alumnos han recogido de la transmisión oral. En ambos casos, se trata de un personaje masculino que por las noches se sube al pecho de una persona impidiéndole respirar con normalidad. La coincidencia  va más allá del personaje, pues en las dos leyendas existe una fórmula religiosa (cristiana en el caso del Inguma y árabe en el caso del Bokabaz) para librarse de dicho personaje maligno.

    La segunda de las coincidencias se refiere a un personaje femenino que vive en los bosques, ríos o en el campo; hechizan a los hombres y les hacen perder la cabeza: en la cultura ucraniana se llaman “sirenas”, en la cultura vasca, “lamia”, y en la el imaginario cultural bereber, Aisha Kandisha.

    Las sirenas ucranianas se distinguen mucho de las creaciones análogas a otros pueblos. Su diferencia principal es la ausencia de la cola. Además, no todas las sirenas viven en el agua. Hay tres tipos: sirenas fluviales, de campo y de bosque.

    La lamia vasca es un personaje mitológico, mitad mujer mitad animal. La parte superior del cuerpo de Lamia es de una hermosa mujer y las extremidades inferiores pueden ser como las de una gallina, un pato o una cabra. Sin embargo, en la zona costera, la parte inferior es como la de un pez. La actividad que más agrada a Lamia es peinar su larga melena, con un peine de oro, a la orilla de ríos o lagunas. Habita en cuevas, remansos de arroyos, en manantiales y estanques. Son muchas las historias de lamias que enamoran muchachos y desparecen con ellas.

    Según la leyenda que se extiende desde Tánger hasta el sur de Marruecos y más allá (http://tangerexpress.blogspot.com.es/2008/01/aisha-kandicha-me-hace-perder-la-cabeza.html), La Aisha Kandisha es una mujer tan bella y fascinante que te sentirás atraído y obligado a seguirla. Sus pies terminan en pezuñas, unas veces de cabra, otras veces de camella y otras, incluso, en uñas como las de una gallina. Su aparición es mágica. Su belleza, incomparable. Su cabello es del color del fuego dejándose caer sobre sus blancos hombros desnudos, pues apenas va vestida. Se acerca y te susurra al oído, con voz baja y seductora, repitiendo varias veces tu nombre, su próxima víctima a quien parece que conoce, e incluso se atreve a recordarte algún detalle secreto de tu vida, como lo infeliz que empiezas a sentirte en tu familia, cayendo rápidamente bajo sus encantos. Y la sigues al más allá , inconsciente de lo peligrosa que es: !No volverás a reunirte jamás con los tuyos!