Como todo lo que empieza tiene un final, ayer fue nuestro último encuentro.
Hablamos de lo mucho que disfrutamos trabajando juntos, del reto de motivar a los alumnos en una época de pandemia, del orgullo que sentíamos cada vez que ellos terminaban una etapa con excelentes resultados, de cómo veíamos que desarrollaban sus habilidades de lectura, escritura y comunicación oral en español, y de cómo creamos vínculos para toda la vida.
Además de estos aspectos ilusionantes, también abordamos aspectos prácticos, como la difusión del proyecto en la escuela y en las redes sociales, la solicitud del sello de calidad y el cierre del proyecto.
Fue un proyecto intenso, con momentos muy especiales, durante los cuales tuvimos que apoyar a los estudiantes y apoyarnos mutuamente, pero valió la pena.
Por esto no nos vamos a perder de vista. El camino acaba de empezar...