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Todo llega a su fin. También este proyecto en el que hemos estado embarcados durante unos cuantos meses. ¡Ha sido un placer compartir con todos vosotros este trayecto!

Habéis demostrado con vuestros trabajos, como suponíamos, que hay un artista en cada uno de vosotros.

En nuestra memoria quedan buenos recuerdos: la curiosidad de los primeros días, cuando no conocíais qué íbamos a hacer durante el curso, la presentación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, el conocimiento de los problemas relacionados con el agua, el acercamiento a un mundo tan analógico como el del correo postal (que utilizamos de manera tan poco ortodoxa), la expectación por la llegada de envíos desde distintos lugares de Europa, la sorpresa, la exposición. Luego dirigimos nuestra atención hacia la fotografía, todos habíais utilizado ya la cámara de nuestro móvil, pero ahora se trataba de contar una historia, de comunicar ideas, reflexionamos sobre la producción y consumo responsable y compartimos nuestros reportajes. Casi sin descanso nos preguntamos qué era el Arte y nos cuestionamos si alguna otra actividad humana no debería ser considerada como tal. Analizamos la igualdad de género, criticamos la realidad, hicimos propuestas de mejora, formamos grupos, diseñamos un plan y creamos nuestra obra. Surgieron canciones, películas, videojuegos, esculturas y otras obras que intentan aportar su granito de arena para que el mundo sea cada vez mejor.

Si miramos atrás y hacemos balance, creo que podemos estar muy orgullosos de nuestro trabajo. Cuando cerremos el proyecto, lo haremos público y dejará de ser nuestro para ser de todos. Ojalá sea tan provechoso para otros como lo ha sido para nosotros.

Gracias a todos los profesores y alumnos que han participado en AGEND·ARTE.