Imagen: CDD20 (Pixabay)
En Wikiperia podemos leer: "Los objetos que constituyen este movimiento artístico son variados e incluyen libros de artista, postales de artista, estampillas de artistas, sellos de artista, collages, crismas, sellos de caucho, vídeos, audios, copy-art, cadenas de artista, ATC (Artist Trading Cards), objetos en 3D, creaciones digitales, net-art, y un largo etcétera en el que cabe citar los mismos sobres y postales, intervenidos y convertidos en objetos artísticos por los remitentes."
Guy Bleus. Guante perfumado- 1980 (Fotografía: wikipedia)
Como podéis ver, los elementos que pueden enviarse son muy variados. La primera cuestión que debemos abordar a la hora de plantearnos nuestro trabajo es si nuestra obra va a necesitar alguna intervención por parte de nuestro destinatario: abrir porque está contenida en un sobre, o desplegar si se trata de un libro de artista o ilustraciones pop-up o, por el contrario, no es necesario que el receptor haga nada, porque la obra es tipo postal o el propio sobre intervenido artísticamente.
Un aspecto fundamental en este tipo de trabajos, y que debemos tener muy en cuenta, es la elección del material. Éste debe proporcionarnos una buena experiencia sensorial que nos ayude a comunicar nuestro mensaje. Hay materiales que al tacto son lisos, rugosos, aterciopelados, fríos, cálidos, blandos, duros... Los materiales tienen un olor determinado y también pueden emitir sonidos al manipularlos. Al mirarlos pueden tener texturas, ser brillantes, o mates, o perlados, o traslúcidos, o transparentes, u opacos... La psicología y significado de los colores es también muy complejo. Quizá, el sentido más esquivo en este tipo de trabajos sea el del gusto, pero tampoco sería imposible crear algún tipo de obra en el que se viera involucrado.
David Maier (Pixabay)
Todo proceso creativo tiene una serie de fases. Si queremos obtener un buen resultado, deberíamos no saltarnos ninguno de los pasos.
1ª fase: Información. En este caso tu profesor/a te hablarán tanto del arte postal como de los objetivos de desarrollo sostenible sobre los que vamos a trabajar. También tú puedes investigar un poco más; cuantas más referencias tengas, mucho mejor. Clasifica la información que has obtenido. Plantéate una meta.
2ª fase: Experimentar. En esta etapa realizamos bocetos, lluvia de ideas… Probamos materiales y técnicas. Es importante no tener miedo a la equivocación en esta etapa.
3ª fase: Incubación. Incluso cuando creamos que estemos descansando de la búsqueda de la mejor idea, nuestro cerebro seguirá trabajando y procesando la información y estableciendo asociaciones imprescindibles para que se dé la siguiente fase.
4ª Fase: Iluminación. En ella encontramos la idea que pensamos que se ajusta a nuestro propósito.
5ª Fase: Realización. Materialización de nuestra idea.
6ª fase: Evaluación del resultado y corrección de errores si fuera necesario.
Elisa Riva (Pixabay)
Las limitaciones para realizar nuestro proyecto no son muchas, pero ten en cuenta que si tu obra va a ser el propio sobre o embalaje, debes dejar sitio para el sello y la dirección.
Debatir
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