-> Interpretación canción

  • El cuento narra la historia de un lobo que es un fanático y fiel seguidor del hombre. Y no porque deseara comérselo, sino porque anhelaba ser uno de ellos. Este lobo, llamado Denis, cada noche de luna llena se encamina a París para coleccionar objetos de uso cotidiano del humano: ropa, utensilios, libros, joyería… En fin: todo aquello que tuviera que ver con los hombres. Pero su fanatismo no acaba ahí: Denis espía continuamente a las parejas que llevan su romance a los lugares más escondidos de la ciudad del amor. Una noche, mientras hace su ronda nocturna habitual, es visto por un mago —el mago del Siam, dice la canción— que seducía a una chica. El lobo, al percatarse de que es visto, trata de huir, pero le es imposible: el mago lo alcanza y le da una gran mordida.

    «Sorprendido espiando, el lobo escapa aullando, y es mordido por el mago del Siam.»

    A partir de ese momento, Denis ya no es el mismo y —a diferencia de la clásica leyenda del hombre lobo— cada noche de luna llena se convierte en hombre. Denis decide aprovechar esto y se propone cortejar a una dama; sin embargo, comete un error: elige a la equivocada. Después de haber pasado la noche con su conquista, a la que había conocido en un restaurante —o bar, según la versión que se quiera atender—, pretende irse con la mayor naturalidad, pero le piden el pago por los servicios brindados. Denis se niega y trata de escapar, pero al salir se encuentra con tres «amigos» de la mujer, a los que se enfrenta y derrota, aunque también sale herido.

    «Mientras está cenando, junto a él se ha sentado una joven con la que irá a contemplar… La luna llena sobre París ha transformado en hombre a Denis.»

    Al observar que comienza a atardecer, Denis abandona la ciudad, mientras regresa a su forma natural. Cuando por fin la recupera, se da cuenta de que ahora es un lobo con problemas humanos y la tranquilidad de la que gozaba siendo lobo se ha visto interrumpida por todo el peso de la humanidad. Se da cuenta de que la esencia humana, que ahora corre por sus venas, lo ha llevado a concebir el peso existencial que conlleva ser un hombre.

     

    Tomado de Algarabía