Empezamos este proyecto a finales del mes de enero con mucho entusiasmo y con unos objetivos muy ambiciosos, quizá porque éramos primerizos y todavía no sabíamos a qué nos enfrentábamos. Además, el hecho de coordinar el proyecto desde nuestra experiencia era un reto más a añadir.
El primer obstáculo fue la elección de socios. No fue una tarea fácil, pero con la ayuda de nuestra embajadora supimos por dónde buscar. El hecho de que el idioma elegido fuera el castellano supuso un atractivo más, tanto para los alumnos de los países socios, que pusieron en práctica, y de qué manera, sus habilidades lingüísticas, como para nuestro alumnado, más acostumbrado a manejarse en el otro idioma oficial de Galicia, el gallego.
El segundo obstáculo fue el diferente ritmo lectivo y no lectivo de todos los socios. En algunos momentos hicimos malabares para poder contactar por videoconferencia o para establecer la fecha límite de ciertas actividades. Siempre había alguien de vacaciones o coincidía en malas fechas, como en la fase final del proyecto en junio.
Pero, lo que sin duda condicionó más el proyecto fue la pandemia del COVID-19. Nuestros socios europeos pasaron buena parte del tiempo confinados, con lo que muchas actividades exteriores no pudiron realizarse. Por otro lado, el desánimo propio de la situación hizo que a muchos participantes se les hiciera cuesta arriba el conectarse o el hacer las actividades propuestas.
En todo caso, el profesorado interviniente estuvimos en contacto casi a diario para llevar a buen puerto el proyecto OCATWINNING. Y creo que el resultado final así lo demuestra. Es cierto que todo es mejorable y que en futuros trabajos tendremos en cuenta esta primera experiencia, pero creo que debemos sentirnos orgullosos de la labor realizada. El alumnado ha desarrollado plenamente su competencia lingüística en español, ha aprendido numerosas aplicaciones informáticas, ha conocido parte del patrimonio de sus compañeros y ha interactuado a través de los grupos internacionales que se formaron, respetando en todo momento la privacidad del otro y los derechos de autor del material empleado. En este sentido, la mayor parte de los materiales elaborados son de confección propia, lo que muestra el interés de su participación.
En el cuestionario final que se le pasó al alumnado contestaron principalmente los españoles, pero creo que sus respuestas se pueden extrapolar al conjunto de los participantes. Se valora de forma muy positiva el conjunto del proyecto y el hecho de tenerse que expresar en una lengua que no es la propia. En general, gustaron las actividades y el haber conocido nuevos compañeros, aunque la comunicación por el foro no ha sido lo que más destacan. Les hubiera gustado más, participar en más videoconferencias o incluso el poder tener un trato más cercano. La idea de una visita a los países socios les encanta. Finalmente, muchos de ellos repetirían la experiencia y propondrían otro tipo de actividades y quizá grupos más abiertos, para poder conocerse todos.
En cuanto al profesorado, se valora muy positivamente la colaboración estrecha que hemos tenido y el saber adaptarnos a todas las circunstancias. Se han cumplido con creces los objetivos del proyecto y el resultado del mismo. Ahora bien, no lo hemos sabido difundir bien fuera del ámbito escolar, principalmente por la pandemia, y hay que configurar mejor los grupos internacionales para que haya una verdadera colaboración entre el alumnado.
Por lo tanto, creemos que ha sido una experiencia enriquecedora y motivadora para crear un nuevo proyecto, esta vez sí un poco más ambicioso, o seguir hacia adelante con el que ya hemos hecho.
Nos metimos en esta singladura como auténticos aventureros, pero hemos aprendido unos de otros para corregir los errores cometidos y establecer en un futuro próximo una prometedora actuación.
¡¡¡¡Muchas gracias!!!!