El recreo (intermedio de la mañana o intermedio libre antes o después de la comida) es el único espacio del centro donde se puede observar cómo actúa el alumnado de forma real. Es allí donde dispone de más libertad y donde se relaciona con sus iguales, aflorando su personalidad y sus gustos. Por tanto, se convierte no solo en un espacio donde obtener interesante información sino en una fuente de conflictos y aprendizajes que debe ser aprovechada. Consideramos que puede ayudarnos el planteamiento de “recreos inteligentes”, definidos por J.G.L. Armilla, como: “la programación, planificación y sistematización de los recreos escolares para que, a partir de la innata afición del escolar al juego y al deporte, se logre reconvertir ese espacio horario en acto educativo, gratificante, integrador e intercultural. En los recreos, pretendemos que los alumnos conozcan con antelación en qué zona y a qué juegos van a participar cada día de la semana. Partiendo de los espacios que disponemos en cada uno de nuestros centros, en unos más y en otros menos, nos proponemos crear un clima de convivencia saludable, un buen uso del tiempo de recreo en actividades variadas basadas en los centros de interés del alumnado y promocionar el cuidado del medio ambiente a través del reciclaje y mediante la creación de huertos escolares.