En el mundo actual donde el individualismo y el consumismo es feroz, educar a nuestros alumnos en dar un servicio a los demás sin ningún tipo de gratificación económica se convierte en un reto, casi una utopía. El voluntario que dedica su tiempo a los demás, a acompañar a los ancianos de una residencia, a bailar y cantar para unos niños en una guardería, a servir comidas en un comedor social del barrio,... no es habitual. Nuestro proyecto muestra como nuestros jóvenes, desde la escuela, tienen una actitud emprendedora que utilizan para crear sus empresas, realizar sus ideas, et... con el objetivo de mejorar alguna necesidad que hayan detectado en su entorno más cercano. Luego, de forma voluntaria, llevan a cabo sus ideas. Un proyecto de esperanza en una sociedad más justa.